21 abril 2006

Arte en torno al Opel Corsa '00. Nueve interesantes visiones

La última de las experiencias de esta serie en relación con propuestas artísticas sobre automóvil, está en relación con la que iniciaba esta serie. La relación de Opel con el arte en el campo de la "Pintura sobre automóvil" viene al menos del año 1990, cuando el pintor Olivier Debre, fallecido en 1999, pintó en público un Vectra durante el Salón de París. Para el lanzamiento del Opel Corsa del año 2000, modelo aún vigente aunque no por mucho tiempo, Opel encargó a nueve artístas la realización de otras tantas obras pictóricas sobre sendos Corsa. Entre los artistas, Bernard Rancillac, Peter Klasen, u Horacio Casinelli.

En todos los casos se trata de creaciones realmente interesantes, que trascienden en muchos casos la vertiente funcional casi siempre respetada en las creaciones, pues incluyen en la superficie pintada los cristales del coche, en la mayoría de los casos con notables resultados.

La web que muestra el proyecto, desde la página general de Opel, tiene una sección en Flash que permite ver, con gran despliegue de medios, desde imágenes de la creación de cada una de las obras, hasta vídeos de los artistas trabajando y hablando sobre su obra, lo cual lo convierte en un documento único en Internet, hasta donde yo conozco, en el que asistir a un proceso creativo de esta clase.

Ignoro hasta la fecha si la excelente experiencia artística del Corsa del año 2000 se repetirá en el lanzamiento del nuevo modelo (quizá los sabuesos de Motorpasión sepan algo al respecto...), pero en cualquier caso, estos nueve Opel Corsa se sitúan, no tanto por el nombre sino más bien por sus cualidades estéticas y artísticas, al nivel de las hermosas creaciones de algunos de los mejores artistas del siglo XX para BMW. Y por otra parte pone en contacto la modesta pero fresca y atrevida experiencia zaragozana, quizá no por casualidad, con la propuesta a nivel mundial de la marca alemana en el lanzamiento de unos de los modelos que supuso, dicho sea de paso, un salto cualitativo en sus producciones, tanto desde el punto de vista técnico como también desde el relevante aspecto del diseño y la estética.

* Via: web oficial de Opel
** Foto: Opel Corsa según Horacio Casinelli

L'arte Incontra Fiat Punto

Una experiencia similar a la de Zaragoza con el Opel Corsa se dió hace solo unos meses en la ciudad de Alassio, en Italia. Allí tuvo lugar un certamen de pintura llamado "L'arte incontra Fiat Punto", en el que una serie de autores realizaron pinturas tomando como fuente de inspiración el nuevo modelo de Fiat, el Grande Punto.

Los artistas que participaron presentaron en este caso obras de formato convencional, fundamentalmente cuadros sobre lienzo, aunque hubo alguna creación sobre baldosas de cerámica esmaltada. Y el resultado artístico, ciertamente, salvo en el caso de Giancarlo Zanni o Mónica Ferreti, están verdaderamente atadas a una visión excesivamente convencional de la creación, quizá con demasiado respeto a las formas del coche (¿por respeto al patrocinador? ¿a los diseñadores? ¿por falta de creatividad?...). Pocos se atreven a jugar con la modificación de las formas básicas del automóvil, o incluso con el concepto. Algunos de ellos, recuerdan claramente (sospechosamente) a otras propuestas estéticas ya vistas en campañas comerciales, mientras que otros sencillamente muestran la imagen del coche en un lienzo, sin más plusvalía artística.

La experiencia de Alassio resulta interesante en la medida en que se usa el arte más tradicional para la promoción de un automóvil, aunque el resultado artístico de las obras es francamente decepcionante. Un ejemplo de que no toda conjunción de Arte y Automóvil deja buenos frutos, haciendo buena aquella máxima del sabio oscense del siglo XI Pedro Alfonso: "Lee todo lo que encuentres, pero no creas todo lo que leyeres, porque muchos son los árboles, pero no todos dan fruto, y aún los frutos no son todos comestibles"

* Via: Virtualcar

Zaragoza, 1995. Intervenciones artísticas sobre un Opel Corsa

Las experiencias artísticas que toman automóviles como punto de inspiración u objeto artístico, son, como hemos visto a menudo en ¿Dónde está el depósito...? bien diversas, abarcando desde le pintura sobre automóvil hasta la fotografía. En este blog hemos mostrado en varias ocasiones diversas experiencias, fundamentalmente basadas en la pintura sobre carrocerías.

Hoy traemos aquí tres experiencias cuyo planteamiento es ligeramente distinto, y surgidas de ámbitos muy distintos, lo cual las hace especialmente interesantes.

En primer lugar, la exposición celebrada en 1995 por la Asociación de Artístas Plásticos Goya-Aragón, con patrocinio de la Fundación Opel Nueva Empresa, con el título "Intervenciones plásticas sobre el Opel Corsa". Promovida inicialmente por Miguel Angel Arrudi y otros artistas aragoneses, la idea era plasmar obras de arte "mediante" el automóvil más que "sobre" el automóvil, y más bien con un contenido analítico (el automóvil en la sociedad) que estético. Eso sí, para esta ocasión se recurrió a maquetas de Corsa de primera generación, a pesar de que desde 1993 había en la calle un nuevo modelo (mas o menos este), asi que ignoro por qué razon se escogieron maquetas de Corsa "primera generación". Entre las mostradas, algunas piezas muy interesantes como la de Julio Baldellou o Mariela García, explotaban un contenido narrativo acerca del coche en la sociedad, mientras que otras más posibilistas, como las de Arrudi pintando una maqueta como coche oficial para la fallida intentona de Jaca por los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, estaban más integradas en una línea de "Pintura sobre automóvil" más tradicional y relacionada con los BMW Art Cars o con las creaciones de Sonia Delaunay que hemos visto aqui en varias ocasiones. Sin embargo, en esta exposición había una pequeña selección de cuadros, piezas presentadas como reflexiones sobre el proceso creativo de un automóvil, y sus implicaciones sociales y estéticas. En este sentido, la obra de Arrudi así como la de Florencio de Pedro, planteaban unas interesantes reflexiones estéticas. La exposición pasó más o menos desapercibida, siendo hasta hoy uno de los pocos ejemplos (y bien modesto) del encuentro directo del arte y el automóvil en una ciudad como Zaragoza, a solo 25 km de una planta de producción de Opel.

* Foto: "Graffiti" de Mariela García.
**Vía: Jaime