22 octubre 2008

Foster en La ciudad del Motor de Alcañiz


Precisamente cuando estoy enfrascado en la serie de artículos acerca de la arquitectura contemporánea en edificios emblemáticos relacionados con el automóvil, como museos o centrales de algunas marcas, se ha producido una noticia fabulosa, absolutamente relacionada con este tema, y además ubicada en la propia tierra a la que pertenezco.

El Gobierno de Aragón y algunos importantes patrocinadores han denominado "Ciudad del Motor" a un proyecto para la creación de un gran complejo relacionado con el motor que albergue desde un circuito de velocidad hasta diferentes circuitos de pruebas para marcas, pasando por centros de ocio, comerciales y deportivos, todo ello ubicado en la localidad turolense de Alcañiz. El diseño del circuito de velocidad ya ha sido realizado por Hermann Tilke, (Autor de trazados tan fabulosos como el de Estambul, y otros no tanto, como el de Bahrein), y el principal asesor del proyecto es Pedro Martínez de la Rosa, al tiempo que suena desde hace poco la posibilidad de que McLaren se incorpore al proyecto como colaborador principal.

En estos días se dilucidaba el concurso para el edificio que centralizará el espacio de ocio y comercial del complejo. Al mismo, optaban, entre otros, Jean Nouvel y Norman Foster. Y ha sido al gran arquitecto de Manchester al que el jurado ha decidido otorgar la construcción del mismo. Foster, probablemente el arquitecto vivo más importante del mundo, está en la actualidad involucrado en otros dos proyectos en España, la Ciudad de la Justicia en Madrid, y las oficinas centrales de Repsol, también en la capital. Además, algunos otros edificios emblemáticos de Foster se encuentran ya en España, como sus intervenciones en el metro de Bilbao, o la torre de telecomunicaciones de Collserola.

El proyecto de Foster tiene muy en cuenta el duro entorno geográfico que rodea a la ciudad del motor, con una climatogía sin término medio, pero a la vez proyecta una potente y dinámica imagen para convertirse en el emblema de un gran proyecto. Probablemente por el mero hecho de tener una intervención de Norman Foster, la Ciudad del Motor se ubica ya en un escalón cercano a la primera categoría mundial en cuanto a instalaciones. Foster, a cuyo cargo ha corrido, por ejemplo, el nuevo estadio de Wembley, no se ha visto involucrado, hasta este proyecto, en ninguna intervención relacionada con la competición automovilística ni con la museología (me refiero a proyectos como los que comentaba en el anterior post) lo cual le dará un valor añadido al edificio.

Habrá que esperar hasta 2010 para verlo, pero la Ciudad del Motor, y particularmente la nueva joya de Foster, colocaran a Alcañiz y parte de Teruel en algo bien distinto a lo que es ahora. Es para mi una enorme sorpresa y una tremenda emoción, poder escribir este artículo, cuando en mi mente y mi ordenador corren textos sobre grandes edificios para museos y plantas automovilísticas lejanas. La pena es que en la elección hubiese que desechar un proyecto de Nouvel, o lo que es igual, elegir entre lo óptimo y lo excelso. La montaña vino a vernos, celebrémoslo.

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