22 octubre 2008

Futuro museo de Porsche en Zuffenhausen


La arquitectura es el arte de construir edificios a partir de diferentes estructuras autónomas, que configuran un producto final complejo, pero tan ordenado y orgánico que es casi un ser vivo. En cierto sentido, la construcción de un automóvil comparte algunos de los elementos clave en el desarrollo de un edificio. Tras una definicion de los fines y objetivos para el producto, se realiza un diseño inicial, para analizar detalladamente y por separado la forma óptima de ensamblar todas las partes independientes en un todo armónico y eficaz. Por eso la arquitectura y la construcción de automóviles han estado siempre tan cerca.

En la actualidad, este contacto se puede rastrear especialmente cuando en los últimos años ha surgido con intensidad un espacio común para ambos: el museo de automóviles. La construcción de algunos museos y espacios representativos de las principales marcas europeas en los últimos años, no sólo nos ha dejado una espléndida serie de edificios, sino que además ha permitido observar qué sucede cuando arquitectura y automóvil se dan la mano para proyectos con un contenido y un trasfondo común.

Abro esta serie de artículos, que abarcará unos cuantos estudios de arquitectura y unas cuantas marcas, con el interesantísimo proyecto de Delugan & Meissl para el museo de Porsche en Zuffenhausen, un caso claro del espíritu de una marca, y hasta de algunos productos, puesto como punto de partida para la creación de un edificio.

El proyecto del museo Porsche en Zuffenhausen surgió en el verano de 2004 cuando la marca decidió hacer algo más que renovar un museo, y convocó un concurso para la realización de un edificio emblemático que no sólo albergase el nuevo museo y centro de visitantes, sino que también tuviese la capacidad de proyectar la imagen de la marca y convertirse en emblema al tiempo. El concurso, al que se presentaron 170 estudios de todo el mundo, fue finalmente adjudicado al proyecto del equipo de Delugan & Meissl, de Viena. Y entre las razones de la adjudicación se debieron, y esto es lo interesante, las características propias del edificio en relación con las de la propia marca y sus creaciones. Dinamismo, vanguardia técnica, diseño y eficacia, e imagen impactante, entre otras.

La arquitectura de los grandes estudios depende muchas veces tanto o más del márketing que de la calidad u originalidad de sus proyectos. El hotel de Frank Gehry para Marqués de Riscal perfectamente podría haber sido la sede de un banco. O el edificio de Jean Nouvel para Agbar, el emblema de un grupo constructor. Son edificios que aportan imagen al encargante. Sin embargo, en el caso de la arquitectura para marcas de automóviles, la condicion inicial ha de ser exactamente la opuesta. Es el edificio el que debe recibir las influencias estéticas y conceptuales asociadas a la marca en cuestion, y así unir la imagen proyectada al exterior, que es extremadamente importante, con la imagen proyectada desde el interior, que es lo que da la personalidad. Y en el caso del Museo Porsche de Zuffenhausen, creo que esto se logra con creces. Las formas afiladas y contundentes del museo, en diferentes planos que se intersectan con el espacio, no está tan lejos de la estética básica de los Porsche RS Spyder para LeMans, o quizá de las formas suaves pero angulosas del interior de los 911, al tiempo que demuestra esa intensidad y dinamismo que siempre ha caracterizado a los de la marca de Stuttgart desde el Dr. Porsche.

La nueva construcción proyectará con nitidez la imagen de una marca que ha renacido en los últimos años gracias a modelos como el Boxster o el Cayenne, pero cuyo prestigio sigue anclado en modelos míticos como el 911. Y una marca para la que la técnica es lo primordial, pero que siempre tiene la calidad y estética en el diseño entre sus principios básicos e inamovibles.

Arquitectura y automóvil nunca han estado demasiado separados. Pero ahora, con este y otros edificios que veremos en los próximos artículos, quizá van más de la mano que nunca. A finales de 2007, o quizá principios de 2008, podremos disfrutar del Porsche más grande jamás construido.

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