22 octubre 2008

Tucker, un jedi y su sueño en Alderaan


Hace unos días volví a ver en un canal de televisión la última entrega (Episodio III) de Star Wars. No puedo ocultarme, soy fan. No fan de los de tener un disfraz de soldado clon o de Vader, pero me siento muy fascinado por todo el universo (¿o debería decir universos?) que aparecen en las seis películas, y particularmente en las tres rodadas en primer lugar.

El caso es que en la secuencia en la que Yoda lucha con Palpatine en el Senado, ví algo que me hizo dar un respingo. Yoda sale del senado, y allí le espera el senador Bail Organa (Jimmy Smits) con su nave, en la que el pequeño jedi verde pronuncia esa lacónica frase "Al exilio me veo abocado, fracasado he", digna de Góngora. Pero al grano, el respingo lo dí cuando ví el pequeño vehículo en el que Organa recoge a Yoda. "'¿¡¿¿Es un Tucker?!?".

Dado que aún no tengo en DVD la trilogía, me lancé al ordenador y comencé a devorar páginas buscando la cosa con la ayuda de Toni, hasta que al fín, dí con el misterio. Efectivamente el senador Bail Organa se pasea desde su casa al Senado por los cielos de Coruscant en un deslizador descapotable que es ¡¡¡un declarado homenaje al famoso Tucker!!!.

Aquel coche, proyectado por el emprendedor empresario Preston Tucker, nunca llegó a producirse más allá de 50 unidades de preserie. Pero alcanzó recientemente gran fama debido a la película "Tucker, a man and his dream", inmortalizó la historia de este automóvil que incorporaba algunos avances técnicos que luego se han demostrado relevantes, como el habitáculo de protección de los pasajeros, la refrigeración por agua, una transmisión de grandes aspiraciones aunque nunca desarrollada debidamente, y detalles como el faro central giratorio para mejorar la visión en curvas o el parabrisas de seguridad que evitaba daños a los pasajeros en caso de choque. Aunque estos avances estaban poco desarrollados y muchos cayeron en el olvido hasta hace poco, hablan bien del caracter emprendedor de Preston Tucker.

El mundo de Lucas en Star Wars es tan extenso que es impensable que en las seis películas, en las que aparecen cientos de artefactos tecnológicos, no haya docenas de referencias de este tipo. El mismo aerodeslizador de Anakin en el Episodio II parece también un homenaje a los coches americanos de los años 50, y esas marcadas colas que terminan en los pilotos traseros y su color amarillo hasta recuerda a algún antiguo taxi Yellow Cab. A día de hoy ignoro si hay más homenajes de un nivel tan claro como el del Tucker de Bail Organa, aunque lo investigaré. Pero si resulta destacable que Lucas, tan dado a los cameos de todo tipo, haya escogido precisamente al Tucker, un coche muy señalado por la sociedad y el cine, pero del que solo se produjeron 51 ejemplares de los cuales se conservan sólo 47.

Claro, que con ese característico faro en el centro del frontal, y la variante de techo abierto, el aerodeslizador Tucker debía de ser igual de cómodo para las saturadas calles de Coruscant que para las exóticas playas de Alderaan. Pena que la Estrella de la Muerte socarrase el Tucker, Alderaán y sus playas...

PD: aparte de la sorpresa, la fascinación y hasta la nostalgia que puede producir esta fugaz aparición del homenajeado Tucker en Star Wars, quizá, conociendo a Lucas, explique más cosas el hecho de que él mismo fue productor ejecutivo de la película "Tucker, un hombre y su sueño".

*Foto vía Jurgen Fauth.com

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