26 enero 2010

Miguel Angel y el "esclavo" de Mercedes: la materia y la forma


Las grandes marcas de automóviles, como hemos explicado con detalle aquí en más de una ocasión, tienen una relación fluída con el entorno del arte, contratando, promoviendo, o inspirando directamente obras, eventos, concursos y otros actos relacionados con la creación en sus más diferentes formas. Sin embargo, una de las formas en las que más intensa y "desprotegidamente" contactan con el arte en cuanto a la creación de formas plásticas con capacidad de expresión, es en el propio proceso de diseño de los coches, especialmente en sus primeras etapas. Como explicaba el mismo Chris Bangle, ex director de diseño de BMW, en último término el diseño de un coche comienza con un trazo a mano alzada sobre un papel en blanco. Cuanto más iniciales son las fases del diseño de un automóvil, más peso tiene el componente expresivo y creativo que el diseñador pone en las formas que crea. Hasta el punto de que, en términos resumidos, el diseño de un coche pasa por dos fases esenciales, más o menos consecutivas y que a menudo se entrecruzan: una primera en la que prima el diseño de carácter más plástico y creativo, y en el que se da forma y personalidad a ese objeto que se ha decidido crear, fase esta que suele estar capitaneada por los departamentos de diseño, o lo que algunas marcas llaman también "equipos de arte", y una segunda fase en la que los ingenieros tratan de resolver los problemas que estos diseños crean en cuanto se plantea llevarlos a una producción estandarizada y en serie. En el fondo, no es tan distinto del método tradicional de crear obras de arte (con tradicional quiero decir anterior al "arte conceptual", o si lo prefieren, a Duchamp y su "Fontana"), que tiene una primera fase creativa en la que predominan las consideraciones plásticas, y una segunda fase técnica, en la que, durante el proceso de creación física de la obra, esas consideraciones plásticas deben confrontarse con los problemas técnicos que estas crean.

Esta pequeña digresión acerca de la naturaleza esencialmente plástica de las primeras etapas del diseño de un coche, tiene que ver con... otra reflexión en clave artística en torno al diseño automovilístico. Pero en esta ocasión, la que ha realizado Mercedes - Benz como pieza "estrella" para el Salón de Detroit, a través del departamento de diseño comandado desde hace poco por Gorden Wagener. Wagener, que es autor de diseños absolutamente fundamentales como el Mercedes CLS, y el más famoso de los Mercedes de la actualidad, el epatante SLS, lleva desde 1997 en el equipo de diseño de la marca, pero desde principios de 2008 es Director de Diseño de la misma. Ahora, de cara al certamen de Detroit, lo que han presentado es en realidad algo más que una pieza para llamar la atención en el stand.




La escultura creada por el equipo de diseño de Mercedes para esta ocasión, es una imponente pieza de aluminio, realmente impactante, en la que la silueta aun vagamente indefinida de un automóvil parece surgir de debajo de la plancha de aluminio o de una superficie plástica pero resistente. El resultado es estéticamente imponente, y el abanico de referencias en la cultura popular es tambien muy amplia. Para la propia Mercedes - Benz se trata de "un coche surgiendo", pero lo mismo puede recordar al exasperante robot de metal líquido de "Terminator 2", que al pobre Han Solo congelado en una placa de carbono. Pero no es por esas referencias por las que la traigo hoy aquí.

La idea, tan elegantemente presentada en el vídeo correspondiente en http://www.mercedes-benz.tv/ no es, sin embargo, tan original propiamente. De hecho, el Centro Stile Alfa Romeo ya en 2006 creo una obra que participaba casi exactamente del mismo presupuesto plástico. Se trataba de una escultura en bronce en la que un Alfa Brera emergía de una gruesa placa de dicho metal, y que fue expuesta por primera vez con motivo de la exposición "Boccioni, pittore, scultore, futurista", que se celebró en el Palacio Real de Milán entre 2006 y 2007. Con un planteamiento plástico algo más "clásico", en el que las formas del coche no son deformadas en absoluto, el resultado es mucho más limpio, probablemente por una diferencia que hace que estas dos piezas, tan próximas en su resultado final, sean sin embargo tan diferentes en su concepto y planteamiento. En el caso de la pieza del Centro Stile Alfa Romeo, lo que vemos es un coche ya terminado en su fase de diseño (y que de hecho ya se comercializaba desde hacía meses para ese momento), mientras que en el caso de la pieza del Centro de Diseño de Mercedes - Benz, lo que vemos son más bien las formas básicas de un coche que todavía no existe y que es probable que no llegue a existir, y se trate más bien un "laboratorio de formas" para los futuros lanzamientos de la marca. Por último, como detalle anecdótico, la pieza de Alfa Romeo está a escala 1:2 sobre el coche real, mientras que la de Mercedes es un modelo 1:1.

Es precisamente esta característica de "obra indefinida", la que me ha llamado tan poderosamente la atención en esta impactante pieza de la marca alemana. Gorden Wagener hace hincapié en la presentación de la pieza, en la intención que se tiene desde Mercedes en sus diseños de crear, por un lado, piezas que sean intemporales, y por otro, diseños cuyas cualidades plásticas estén siempre rayando a lo artístico. Y esta escultura se encuentra exactamente en el mismo centro de una eterna dialéctica en la Historia del Arte, entre la materia y la forma.




Más que un "coche emergente", en mi opinión la escultura de Mercedes representa casi exactamente eso que, en la famosa frase atribuída a Miguel Angel, debe realizar el artista escultor frente a la contundencia del bloque de materia prima sobre el que esculpir: la obra de arte esta dentro, él sólo debe quitar lo que sobra. Esta afirmación, que puede parecer atrevida, se explica con suficiente solvencia si se atiende a los famosos "esclavos" realizados por Miguel Angel que se conservan en la Galeria dell'accademia en Florencia. Realizados para la tumba de Julio II, cuya estrella principal es la escultura de Moisés, Miguel Angel realizó una serie de esculturas de "esclavos" y atlantes que acompañarían a la figura principal en el frontispicio. Cuatro de ellas quedaron sin acabar, las que se conservan en la citada Galería. En ellas, más allá de las cualidades escultóricas del motivo principal, se aprecia con una gran claridad, y potencia, el proceso creativo de las piezas. El hecho de que las obras fuesen dejadas sin acabar por el artista italiano, pone de manera relevante la imágen perfecta a ese concepto de que la obra de arte "surge" del interior del bloque, al que sólo hay que retirar para liberarla. Quizá el "esclavo despertando" es la pieza de las cuatro que más claramente representa esta idea, pero en cualquier caso en todas ellas se aprecia esa poderosa pugna. La imponente plasticidad y masa de las esculturas inacabadas de la Galeria dell'accademia de Florencia son, probablemente, el mejor ejemplo de la de toda la Historia del Arte, de la pugna entre forma y materia dentro del proceso creativo.

La escultura de Mercedes por tanto, en mi opinión, enlaza directamente con esta interesante y eterna dialéctica entre la forma y la materia a la hora de definir sobre ésta última el proceso creativo de la primera. Más que un coche "surgiendo", en mi opinión la pieza del equipo dirigida por Gordener muestra cómo las formas se encuentran atrapadas en la materia desde un inicio, y los primeros trazos de los diseñadores van definiendo la forma de liberar a esas formas de ese "bloque" inicial. Porque además, en este ejercicio artístico de estilo, las formas que se van liberando en esa intensa lucha con la materia, son las líneas maestras de un diseño que va a ser un "canon" para las obras que Mercedes desarrolle en los próximos años. Unas formas básicas que marcan unas proporciones y "estilemas", pero suficientemente indefinidas para, más que enseñar un nuevo modelo, mostrar un amplio abanico de caminos por los que el diseño de la marca alemana puede discurrir en los próximos años.

De esta manera, Mercedes, que constantemente se autoproclaman inventores del automóvil, hace, una vez más, un ejercicio de reflexión acerca de las propias formas y la identidad de la marca, y lo hace en términos artísticos. Y lo que es más interesante, no lo hace mediante ningún artista interpuesto, sino aprovechando en toda su extensión la capacidad creativa de su Centro de Diseño, y además ubicando su reflexión sobre las formas del automóvil en un terreno cuyo lenguaje es tan puramente artístico que las fronteras, una vez más, se convierten en puentes.



* Video de http://www.mercedes-benz.tv/ con la escultura del Centro de Diseño de Mercedes



** Fuentes:

- http://www.seriouswheels.com/

- http://www.virtualcar.it/

2 comentarios:

Pepe cerda dijo...

¡Pero qué chulada de blog.!
Procedo a linkarle si usted no tiene inconveniente.
Hasta hoy no había entrado...
Pepe Cerdá

Luis Ortego dijo...

Muchas gracias Pepe, por el detalle y sobre todo por comunicarme que te gusta tanto mi blog. Y me alegra constatar también que hay algo de pasión compartida en este asunto del arte y los coches con un artista relevante como tú.

Como no podía ser menos, desde hoy mismo enlazo a tu propio blog también, de manera que podamos compartir también por Internet algunas de las muchas e interesantes charlas que hemos tenido en esta experienca de "compartir piso" en La Lonja.

Saludos

Luis Miguel