04 septiembre 2014

"Locke" viajar sin moverse del asiento


Cuando hablamos del "placer de conducir" generalmente pensamos en interminables carreteras de montaña, rutas que bordean el mar o vías que recorren grandes valles. Nunca asociamos esa idea con los desplazamientos en nuestras ciudades y sus alrededores, en los que nos movemos entre un denso y hostil tráfico pensando a menudo en nuestras preocupaciones cotidianas. Un viaje de ese tipo difícilmente encajaría dentro de ese género transversal que a veces llamamos "Road Movie". En cambio "Locke", un minimalista experimento cinematográfico, traslada ese "viaje iniciático" tantas veces repetido en el cine a un escenario que nada tiene que ver con la épica de los grandes paisajes. 

"Locke" está dirigida por Steven Knight, y se desarrolla dentro de un coche, con un sólo actor en pantalla (Tom Hardy) y durante un largo viaje nocturno desde Leeds hacia Londres por una autovía con denso tráfico. Después de verla anoche, "Locke" me parece una muy interesante reencarnación moderna de la "Road movie", quizá tanto por lo que se ve como por lo que no se ve y sólo se intuye. Porque en realidad casi no se ve nada, y eso convierte a la película en un ejercicio un tanto hipnótico. Al igual que "El diablo sobre ruedas", está centrada en el personaje principal y su coche, pero con ese planteamiento llevado tan al extremo de que no aparece ningún otro actor en plano. Sólo el interior del coche, la cara del actor (Imponente trabajo de Tom Hardy), y el sórdido baile de focos, sombras, farolas y sirenas típico del entorno de las grandes ciudades. Un paisaje hostil que, en cambio, se presenta en la pantalla con una rara belleza decadente, un rítmico caos que refleja en cierto modo las vidas aceleradas y cambiantes de los habitantes de una gran ciudad.

El viaje de Ivan Locke es un viaje vital, una encrucijada en la que, mientras conduce hacia Londres, intentará reparar las grietas de una vida que se resquebraja a cada kilómetro que pasa. Quizá no por casualidad Locke es el jefe de obra de un gran rascacielos encargado de supervisar el bombeo de hormigón. Un viaje repleto de decisiones morales en las que Locke puede aparecer como un héroe íntegro o como un egoísta insensible, es decir un personaje ambivalente y oscuro, casi un arquetipo de tragedia clásica. Las llamadas de teléfono con las que Locke intenta controlar la situación mientras conduce son su única interacción con el mundo exterior. Un viaje que como todos los relatos épicos, empieza de modo un poco imprevisto y  en el que el BMW X5 se convierte en la representación física de un mundo que ha echado a rodar.

El coche es un universo. Es nuestra pequeña casa, un lugar del que nos apropiamos, hacemos nuestro y se convierte en una extensión de nuestro hogar. El hogar de Locke se mueve, como un símbolo de una vida que, durante ese viaje, va a cambiar. Pero ese desplazamiento nocturno, ese sórdido paisaje en el que las farolas sustituyen a las estrellas, es la única "Road movie" que muchos vivimos a diario. Un viaje en la soledad de los propios pensamientos que, en cierta manera, se convierte en un examen constante. Pero también un examen inmóvil que se produce en un mundo en movimiento, en un espacio y tiempo distorsionados. Es decir un espacio para la reflexión que no está libre del error ni de las ideas que se desintegran antes de aterrizar.

"Locke" no es una gran película, pero es una película que agita y deja poso. Es un viaje, "el" viaje, con una densidad moral y una dosis de simbolísmo abrumadora. Desde ahora, si quieres programar un ciclo de "Cine y automóvil", no puede faltar en tu lista "Locke". De ningún modo.


Más información: http://www.locke-movie.com/

17 marzo 2014

Ford y Ferrari: la batalla por Le Mans (I)



Ferrari ganó 9 ediciones de Le Mans entre 1949 y 1965. En aquellos años, Ford decidió desembarcar en la carrera europea, dando lugar a una batalla desigual que pudo acabar con el gigante americano comprando a la pequeña fábrica italiana. En Diariomotor lo contaba hace unas semanas...

El día en que Ford intentó comprar Ferrari (I)

13 marzo 2014

Le Mans tras la Segunda Guerra Mundial



En medio de la Segunda Guerra Mundial y los bombardeos de Coventry, William Lyons y William Haynes desarrollaron un motor que dominaría Le Mans en los años 50. Es la historia de cómo Jaguar se convirtió en una leyenda.

11 marzo 2014

Rudolf Caracciola y las 24 horas de Le Mans



Rudolf Caracciola, uno de los mejores pilotos anteriores a la Fórmula 1 nunca ganó en Le Mans. Ni siquiera llegó a terminar una carrera. En una vida marcada por el riesgo, un accidente le libró de una victoria casi segura, pero también de participar en la más terrible de las ediciones de la carrera...

La danza de la muerte: Caracciola, el Mercedes 300 SL y Le Mans

09 marzo 2014

Cuando los mónstruos dominaban Le Mans



¿Qué relación puede haber entre un musical de Disney, James Bond, el Barón Rojo y las 24 horas de Le Mans? Para las grandes historias, la velocidad es el vehículo, y la cultura es el combustible... lo contaba en Diariomotor hace unas semanas...

Chitty Chitty Le Mans: mónstruos de leyenda en los inicios de las 24 horas de Le Mans

05 marzo 2014

100 días para Le Mans



Faltan 100 días para la 82ª edición de las 24 horas de Le Mans. Una carrera que comenzó en 1923, pero cuyos orígenes se remontan mucho más atrás... el pasado enero contaba en Diariomotor cómo empezó todo. El primer artículo de una serie que llegará hasta la misma señal de salida de la edición de este año de la última gran carrera...

La protohistoria de Le Mans: La Gordon - Bennett

Pero ¿aún se actualiza "¿Dónde está el depósito...?"


Algunos de los que sois fieles lectores de este veterano blog os preguntaréis ¿Aún se actualiza? Y la respuesta es SI, pero requiere una breve explicación...

En abril de 2012 comencé a colaborar con el portal de nuevas tecnologías y movilidad Tecmovia.com, un apartado de Diariomotor dedicado a tecnologías de movilidad en torno al automóvil. También desde hace un año publico artículos sobre cultura e historia del automóvil en Diariomotor.com, donde ahora mismo me encuentro posteando una serie sobre la historia de las 24 horas de Le Mans.

Además, ¿Dónde está el depósito...? tiene una página en Facebook y una cuenta en Twitter donde posteo enlaces y noticias más breves que aportan noticias sobre los mismos temas que siempre he tratado en el blog: cine, literatura, diseño, historia...

Resumiendo, hasta que construyamos una máquina del tiempo con un DeLorean, el tiempo es limitado y no es reutilizable: una hora que se dedica a una cosa no se puede volver a emplear en otra distinta. ¿Dónde está el depósito...? continuará actualizándose al ritmo que sea posible, y no está abandonado. Pero buena parte de las mismas reflexiones, análisis y noticias siguen estando en mis artículos de Diariomotor.com y Tecmovia.com, así como en la página de Facebook del blog.

Así que os invito a que también os paséis por allí y disfrutéis de algunas historias, no sólo mías sino de mucha gente que cuenta cosas muy interesantes en torno al automóvil, más allá de los caballos y los centímetros cúbicos...

Luis Ortego en www.diariomotor.com

Luis Ortego en www.tecmovia.com

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¡Saludos!



06 enero 2014

Semáforos en la niebla


Cuando en ¿Dónde está el depósito...? decimos "el automóvil" no nos referimos a una máquina metálica que sirve para desplazarse. "El automóvil", después de siglo y pico, es casi un sistema de conocimiento que extiende su influencia en muchos campos. Una influencia que no sólo se ejerce con las formas de una carrocería, algo que es ya muy evidente.

Las carreteras, las señales de tráfico y los semáforos son ya iconos de nuestro mundo. Y presentan su propio lenguaje visual. El fotógrafo Lucas Zimmermann ha dedicado una serie a la fascinante imagen de las luces de los semáforos en la niebla... Pura poesía de las carreteras.

*Lucas Zimmermann: Trafic Lights